CreArte

Creemos que la fascinación y el amor por las palabras nacen cuando descubrimos que el lenguaje ordena el mundo. Que deviene ley, prohibición, conjuro, condición, trampa antes que verdad, herida antes que sanidad.

Escribir es una forma de sutura y de revelación que repara, integra y potencia la construcción de una subjetividad más plena.

En ese mundo del que solemos quedar fuera —sea por el silencio, la omisión, la catalogación o la invalidación— la palabra se torna un cuerpo habitable que sí nos elige y nos propone un vínculo de plenitud.

Y escribir es, entonces, una forma de permanencia. Una construcción a largo plazo, firme, solidaria con nuestro bienestar.

Escribimos porque sabemos lo que significa callar: para sostener, para no romper, para aparentar. Escribimos porque asumimos el riesgo de hablar.

En CREArte trabajamos con la palabra desde esa conciencia: como estructura, como forma de autoconocimiento, como modo de estar en el mundo con integridad.

La técnica importa, pero no más que comprender qué se dice, cómo se dice, por qué se dice y descubrir aquello que verdaderamente necesitamos contar.

La escritura es ese Otro que sí nos permite ser quienes somos, sentirnos a gusto con nuestra individualidad y expresar nuestra percepción única del mundo.

Escribimos para conocer y afirmar nuestra identidad.

En la escritura encontramos nuestro hogar. Ese lugar en el mundo que podemos habitar con alegría y despreocupación; donde la palabra es nuestra aliada porque dice quiénes somos, qué queremos, hacia dónde vamos y quiénes sí —y quiénes no— están invitados a nuestra travesía.